Para tí;
" “Ya estoy”. Son las palabras que
estaba esperando, ya llegó y me espera fuera sentado en su coche.
Como me gusta este momento, el minuto cero, el pensar que empieza
nuestra noche y que la tenemos toda, aún entera, por delante. Tiempo
para estar juntos, horas para llenar como queramos, no necesitamos
nada más, solo tiempo. “Solo” tiempo.
No importa lo que me haya pasado ese
día, si he estado triste, apática, si he tenido alguna discusión,
no importa porque él siempre me recibe con una sonrisa, una de esas
sonrisas en las que no solo sonríen los labios sino también los
ojos. Una sonrisa que me contagia automáticamente y que me
reconforta siempre. Fuera hace frío, llueve y es de noche, pero en
su coche no hace falta el abrigo. Entro y me siento bien, me siento
feliz.
Arranca sin rumbo fijo, no importa a
donde ir, no importa donde cenar, no estamos ahí por eso y a mí me
gusta mirarle mientras conduce, tan concentrado en la carretera. Tan
solo iluminado por las luces de otros coches y aún así brilla.
Siento que podría mirarle durante horas, pero cuanto más le miro,
más me quiero acercar a él. Grabo esa imagen en mi memoria para así
poder recuperarla cada noche antes de quedarme dormida, me gusta
cerrar los ojos y volver a tenerle ahí a mi lado. Se gira de vez en
cuando, porque nota que le estoy mirando, sonríe preguntando
“¿qué?”, otra vez sus hoyuelos, su mirada sonriente. Me gustan
tanto las expresiones que se dibujan en su cara que no podría parar
de mirarlas, hay veces que incluso necesito tocarlas. Él si que me
hipnotiza, él si que hace que sienta que puedo volar.
Mientras le miro pienso que ojalá ese
momento no terminase nunca, pero quizá, el hecho de saber que el
tiempo pasa, hace que cada segundo sea tan especial y que cada
segundo quiera aprovecharlo al máximo a su lado."
Por que todos los años empiecen así de bien...