miércoles, 2 de enero de 2013


Para tí;     

       "  “Ya estoy”. Son las palabras que estaba esperando, ya llegó y me espera fuera sentado en su coche. Como me gusta este momento, el minuto cero, el pensar que empieza nuestra noche y que la tenemos toda, aún entera, por delante. Tiempo para estar juntos, horas para llenar como queramos, no necesitamos nada más, solo tiempo. “Solo” tiempo.

             No importa lo que me haya pasado ese día, si he estado triste, apática, si he tenido alguna discusión, no importa porque él siempre me recibe con una sonrisa, una de esas sonrisas en las que no solo sonríen los labios sino también los ojos. Una sonrisa que me contagia automáticamente y que me reconforta siempre. Fuera hace frío, llueve y es de noche, pero en su coche no hace falta el abrigo. Entro y me siento bien, me siento feliz.

          Arranca sin rumbo fijo, no importa a donde ir, no importa donde cenar, no estamos ahí por eso y a mí me gusta mirarle mientras conduce, tan concentrado en la carretera. Tan solo iluminado por las luces de otros coches y aún así brilla. Siento que podría mirarle durante horas, pero cuanto más le miro, más me quiero acercar a él. Grabo esa imagen en mi memoria para así poder recuperarla cada noche antes de quedarme dormida, me gusta cerrar los ojos y volver a tenerle ahí a mi lado. Se gira de vez en cuando, porque nota que le estoy mirando, sonríe preguntando “¿qué?”, otra vez sus hoyuelos, su mirada sonriente. Me gustan tanto las expresiones que se dibujan en su cara que no podría parar de mirarlas, hay veces que incluso necesito tocarlas. Él si que me hipnotiza, él si que hace que sienta que puedo volar.

       Mientras le miro pienso que ojalá ese momento no terminase nunca, pero quizá, el hecho de saber que el tiempo pasa, hace que cada segundo sea tan especial y que cada segundo quiera aprovecharlo al máximo a su lado."

Por que todos los años empiecen así de bien...