miércoles, 26 de septiembre de 2012

       No te saco de mi mente ni un minuto, cada cosa que hago me hace pensar en ti por un motivo o por otro. No te lo digo por decir, si no porque estaría hablando contigo día y noche, ahora mismo me encantaría saludarte y preguntarte si te encuentras mejor, que qué tal te ha ido el día, contarte lo que he hecho en el hospital y acostarme a tu lado un ratito, supongo que escribirte por aquí hace que me sienta un poco más cerca de todo eso. 

      No puedo dejar de ver fotos tuyas y ayer me tiré toda la tarde viendo unos vídeos que tengo de ti. Tendrías que haberme visto, no podía parar de sonreir viéndote en la pantalla del ordenador. Me encanta que el simple hecho de mirarte me haga sonreir, es como si encendieras una parte de mi que normalmente está apagada. Cada vez que te veo, en persona o en una simple foto o vídeo, siento un impulso incontrolable de querer acercarme a tí para llenarte de besos hasta no poder más. Me encanta lo que me haces sentir, soy adicta a ello y soy adicta a ti.